Nacional, Tuesday 1 de April de 2025

Lo filmaron y se produjo desde el Museo de Flores, el único en su tipo en la Ciudad.

Viajaron el año pasado y relato se hizo película.

Para muchos fue volver a las islas más de 40 años después de la guerra.

"Cuando pudimos dejar las cenizas de Aurelia en Darwin, el cielo se abrió, dejó de llover, porque estaba lloviendo, se hizo un arcoiris en el fondo del cementerio. Fueron muchas las cosas que se dieron en ese momento preciso en el que dejamos a Aurelia junto a Ignacio". El que habla es Fabián Volonté, veterano de la guerra de Malvinas, que se conmueve y conmueve. Promedia el documental "Operación Aurelia", que lo tiene como relator y protagonista, y que surgió de su regreso a las islas el año pasado.

"Fuimos a a cumplir una promesa de oro que le habíamos hecho a ella, la madre de nuestro compañero de compañía, Ignacio María Indino, que murió en Malvinas en 1982", sigue Volonté en otro segmento del documental producido por el Museo de Flores, el único en su tipo en la Ciudad y en donde el ex combatiente tiene su espacio propio por ser vecino del barrio.

La "operación" que le da título a la historia tiene que ver con el objetivo de llevar a Malvinas las cenizas de Aurelia, para depositarlas en la tumba de Ignacio Indino, su hijo. "Una tarea nada fácil, porque no se pueden llevar cenizas de un país a otro, no está permitido", aclará Volonté.

"Fuimos nueve los que nos reunimos para hacer el viaje. Y como varios fuimos con nuestros familiares en total éramos 19", cuenta el ex combatiente, que viajó con su hija Delfina, y da inicio a la cronología que da cuenta del origen de la idea y cómo se llevó a cabo.

Todo comenzó en 2018, cuando en el cementerio de Darwin finalizaron las tareas de reconocimiento de los argentinos que habían sido enterrados allí bajo la leyenda "Soldado argentino solo conocido por Dios". Uno de esos cuerpos era el de Ignacio María Indino. "Cuando lo identificaron, Aurelia decidió que para ella la vida había terminado. El pedido que nos hizo fue que quería, al morir, que sus restos fueran enterrados junto a su único hijo", narra Volonté en el documental, que puede verse en Youtube, en la cuenta Museo Barrio de Flores.

Pero no era una tarea sencilla. Así fue que se embarcaron en lo que para muchos de ellos, incluido Volonté, era volver a Malvinas por primera vez desde 1982.

"Todo vuelve a mi memoria, pero con la paz de saber que le gané a la guerra. Estoy acá 42 años después. Y quizá no hubiera estado. Por ejemplo en el lugar donde nos tiraron un misil que nos podría haber matado a todos. Y hasta volví a sacar una foto en la ventana desde la que vi que como lanzaban el misil desde un helicóptero. También sirve para cerrar la puerta y no volver más. Listo, se terminó. Cierro una etapa que estaba pendiente, que era volver al lugar del que casi no vuelvo", le había dicho el ex soldado a Clarín el año pasado, cuando hizo el viaje del que ahora se sabe un poco más.

Es que no era fácil cumplir la promesa que le hicieron a Aurelia. Y por eso, según se cuenta en el documental, las cenizas viajaron en un paquete de yerba que no fue requisado. Después, el grupo era acompañado por guías, entre los que había "un espía". Tuvieron que distraerlo con un drone que hicieron volar para tomar imágenes y así dejar las cenizas en la tumba de Indino.

"Fue algo muy fuerte para mí. Fue como cerrar un círculo. No solamente dejamos las cenizas. También dejamos su medalla del arma de Comunicaciones, y algunos caramelos Sugus que a él le gustaban; pusimos cartas que nunca le llegaron. Fue como volver a encontrarnos con él y que sienta que siempre estuvimos desde que murió en combate", sigue la narración del ex soldado, que en el documental aparece vestido con su uniforme de ex combatiente.

"Este es el primero de una serie de documentales que llamamos "Eternos", porque queremos que se guarden como un verdadero testimonio. Con Fabián nos une una relación de muchos años, sabemos del trabajo que hace por malvinizar y por defender a sus compañeros", dice Roberto D'Anna, director del Museo y productor del filme junto con Juan Braña.

"Estuve junto a él cuando se logró la jubilación anticipada para los veteranos y ahí se me ocurrió la idea de documentar su trabajo, que tiene su espacio en el Museo desde que lo fundamos", sigue D'Anna, y agrega: "Los días previos a ir a Malvinas me contó de la idea de la Operación Aurelia, noté en él algo especial, brotaba su sangre de joven soldado".

Las vitrinas del museo exhiben el uniforme y una cámara Kodak fiesta con la que Volonté registró imágenes de la guerra en 1982. Está allí porque él tiene su taller de chapa y pintura desde siempre en el barrio. Se llama Taller del ex combatiente de Puerto Argentino, y recuerda al lugar donde combatió. "Siempre voy a vivir malvinizando para contarles a todos que hay que seguir luchando por esas tierras y porque ahí están nuestros compañeros, que son la bandera más grande que tiene nuestro país. Ellos están esperando que realmente plantemos la bandera en nuestro lugar", enfatiza.

Malvinas es adonde Fabián volvió el año pasado, tras 42 años de haber peleado la guerra. "Todo lo que podía dar lo di, entregué todo en 1982, y hoy lo sigo haciendo para que esta causa no muera, para ayudar a mis compañeros que la pasan mal y no pueden rearmarse en la vida. Yo tuve la fuerza para ser el sostén de muchos, para que entiendan que la guerra terminó y hay otro horizonte para mirar", dice en la película que cuenta otra parte de la gesta que lo tuvo como protagonista.

Fuente: Clarin