Nacional, Saturday 28 de December de 2024

La mayoría de las víctimas de la tragedia eran jóvenes y no tenían hijos.

Por eso Camila Valsangiacomo (25) dice que es "muy difícil que alguien se identifique conmigo”.

En el boliche, perdió a su papá. También murió su tía. Y su hermana se salvó de milagro.

Papá Noel hacía seis días que había pasado por su casa. Ese gordo y viejo panzón, de barba blanca, había sacado de su bolsón rojo algunos regalos que dejó en el árbol de Navidad que titilaba en esa casa de Liniers. Con uno de esos regalos jugaba Camila en la casa de sus primos cuando su mamá la fue a buscar para contarle algo: “Tu papá y tu tía fueron a ver a Callejeros, se armó lío y murieron”. Palabras más, palabras menos. Camila, recuerda, 20 años después, lo que le respondió: “Ah, bueno, ¿y puedo volver a jugar?”.

El tiempo, dicen, lo cura todo. Pero hay heridas que se resisten a cicatrizar, que laten bajo la piel. Camila Valsangiacomo estaba en una edad donde los nenes se aprenden a atar los cordones, cuando el horror se instaló en su vida con nombre y apellido: República Cromañón. Aquella noche de diciembre el fuego y el humo que llenaron el local marcaron el inicio de una de las tragedias más grandes de la historia argentina.

Su voz se quiebra al recordar el momento en que su madre le comunicó la noticia, con la crudeza necesaria para que una niña de cinco años entendiera la magnitud de la tragedia. Durante la hora y media de charla con Clarín, Camila acumulará delante suyo una montaña de pañuelos descartables. Pero no hay dolor en sus palabras.

Ella forma parte de una minoría. La mayoría de las víctimas de Cromañón eran jóvenes sin hijos. Es que el promedio de edad de las víctimas mortales fue de apenas 22 años. Además, solo 27 de los 194 fallecidos superaban los 30 años. “Es muy difícil que alguien se identifique conmigo”, dice.

Antes de la tragedia, la música era un lazo que unía a Camila con su padre. Y la banda de Patricio Santos Fontanet, era sin dudas su conexión más especial. Unas semanas antes con Mariano (su papá) y Verónica (su tía) habían ido todos juntos a verlos a la cancha de Excursionistas, en un recital que juntó a más de 15 mil personas.

El 2004 fue un año bisagra para Callejeros. Su participación en Cosquín los puso en el mapa del rock nacional, el show en Obras, ese mismo año, reafirmó su popularidad en ascenso, y el concierto en Excursionistas, apenas dos semanas antes de la tragedia, demostró su enorme poder de convocatoria, atrayendo a miles de seguidores y posicionándolos como una banda destinada a llenar estadios, al igual que La Renga y Los Piojos. Los recitales en Cromañón, del 28 al 30 de diciembre, se presentaban como la gran fiesta de cierre de un año triunfal.

“Pero mi mamá, miedosa de los espacios cerrados, prefirió que nosotras no fuéramos. Sí, en cambio, mi papá, mi tía y mi hermana mayor”.

El horror, sin embargo, se quedaría a vivir en su casa. Su hermana (que tenía 20 años) logró salir del boliche sin todavía hoy saber cómo lo hizo ni quién la ayudó. Aunque eso la hizo arrastrar las secuelas físicas de aquella noche: “Ella respiró mucho de ese aire tóxico que caía de la media sombra y estuvo mucho tiempo internada”, dice y recuerda aquellas incontables cantidad de veces que visitó el hospital donde estaba: “Hasta el día de hoy es asmática”, cuenta.

En el comedor de su casa, una plancha de corcho atesora fotografías enganchadas con alfileres que capturan instantes felices: su papá y su tía sonrientes, abrazos con su mamá, momentos de una vida que fue interrumpida. “Siempre tratamos de revivir todos los recuerdos felices, recordarlos con alegría, porque ellos eran dos personas muy felices, llenas de vida. Siempre me cuentan historias, anécdotas. A ellos los conozco exclusivamente a través de esos relatos”, dice.

Luego de la masacre, su familia quedó dividida. Su abuela Rosita - que perdió a sus dos hijos - siempre sostuvo que los músicos eran culpables. Militó esa causa y aunque hoy pasa sus días en un hogar para personas mayores, todavía forma parte de la ONG Familias Por la Vida, donde hasta hace unos años atendía los teléfonos para recibir denuncias de establecimientos que incumplían reglamentaciones básicas.

Diez años atrás Clarín la entrevistó en la misma casa donde ahora habla Camila. Su historia de dolor fue una de las más angustiantes: “Soy una víctima más, vivo en Cromañón”, repitió durante aquella entrevista. Pero también, al final, Rosita recordó el día en que luego de tanta lágrima, volvió a sentirse feliz: fue en el cumpleaños de quince de su nieta.

 “No sabía que mi abuela había dicho eso. Pero es verdad, en esa fiesta creo que todos volvimos a sonreír. Es uno de los recuerdos más lindos que tengo con ella”, cuenta Camila ahora.

Ella nunca dejó de escuchar a Callejeros. “Es la banda sonora de mi vida”, dice y sigue: “Es algo que indudablemente me conecta con mi papá y mi tía”.

Hoy, participa activamente en la agrupación No Nos Cuenten Cromañón, grupo que se destaca por apoyar a los músicos de Callejeros. Allí da charlas en colegios para que las nuevas generaciones sepan lo que sucedió. “El miedo de los sobrevivientes y los familiares es que las nuevas generaciones olviden lo que pasó”, afirma.

La tragedia la marcó de tal forma que incluso en sus salidas con amigos o en recitales, su mirada busca instintivamente las salidas de emergencia, estableciendo puntos de encuentro como una forma de conjurar el peligro.

 

Los muertos de Cromañón

194

victimas fatales

82Mujeres

112Hombres

20 - de 15 años

149 De 15 a 30 años

25 + de 30 años

Alejandra Yasmín Abosaleh Fernando Luis Aguirre Ezequiel Adolfo Agüero Juan Pablo Alegre Babich Gastón Eduardo Amaya Paula Natalia Antón Iara Agustina Antón Milena Andrea Aramburu Martín Sebastián Arias Juillerat Jorge Maximiliano Arnaldo Mariela Giselle Arnaldo José Leandro Avalos Sergio Daniel Avendaño María Victoria Azaar Selva Soledad Baratta Gisela Rebeca Barbalace Carol Sigrid Becker Gustavo Alberto Belascuain María Laura Bello Eduardo Rubén Belzunce Mariano Alexis Benítez Lautaro Ezequiel Blanco Sebastián Ángel Bonomini Solange Milagros Bordón Leandro Nahum Bordón Gabriela Alejandra Borrás Romina Tamara Branzini Mangiarotti Erika Broggi Zaida Violeta Buitrón María Angélica Cabrelli Silvia Gabriela Cabrera Gloria Marina Cabrera Matías Nicolás Calderón Roberto Daniel Calderón Abel José Cantale María Soledad Canziani Romina Rocío Castro Fuentes Julián Cayón Leonardo David Chaparro Nicolás Alejandro Colnaghi Martín Javier Confino Edgardo Horacio Conte Ricardo Cordero Ignacio Esteban Cordero Juan Carlos Cortés Bolla Paola Analía Crivelli Leonardo Gabriel Cruz Macarena Sol Cwierz Sebastián Ricardo Cwierz Mayra Elizabeth D'Agata Mariana Elizabeth De Olivera Liliana Carmen De Rose Guido Nicolás Del Canto Florencia Laura Diez Osvaldo José Djerfy Florencia Soledad Díaz Marisa Mabel Díaz de Longo Liliana Noemí Escalante Sergio Antonio Escobar Pedro Gabriel Espinosa Derlis Aurelio Espínola Monges Sebastián Pablo Farreras Juan Ignacio Fermoselle Diego Aníbal Fernández Laura Gimena Fernández Nayla Soledad Fernández Sebastián Alejandro Fernández Helbich Franco Matías Ferreyra Florencia Soledad Flores Nicolás Flores Noemí Analía Flores Romina Yamila Flores Cristian Eduardo Frías Pablo Sebastián Fucci Oscar Andrés Funes Mercedes Adelaida Gamarra José Luis Gambaccini Matías Alejandro García Gastón Guillermo García Lucas Matías Gavilán Claudia Beatriz Giofre Carla Alejandra Giovannini Jorge Emiliano Giralt Abel Rodolfo González Federico Nahuel González Patricia Alejandra González Cedrés Alicia González Fretes Edwin Carlos González Torrico Yamila Luciana Guevara Lucas José Guzmán Analía Marcela Gómez Pablo Emmanuel Gómez Roberto Gabriel Ibáñez Pedro Tomás Iglesias Marta Teresa Jara Sebastián Mauro Juárez Pablo Gregorio Katz Matías Ezequiel La Bella Adriana Inés La Vía Marcelo Alberto Lamenza Noelia Silvina Lanas Juan Ignacio Lanatta Dieguez Carlos Nicolás Landoni Jonathan Daniel Lasota Luisiana Aylén Ledesma Julio Alberto Leiva Paola Carolina Linares Erica Elizabeth Lizarraga Esteban Rodrigo Lucas Maximiliano Gabriel Luparello Pedro Antonio López Diego Reinaldo Maggio Ariel Hernán Malenovsky Jorge Gustavo Mansilla Gustavo Javier Marchiano Federico Ezequiel Mastrángelo Mario Daniel Mazzeo Elisa Valeria Mazzurco Fernando Horacio Medina Mariano Nicolás Medina Evaristo Ignacio Mendieta Estefanía Inés Mendive Leandro Hugo Migliaro Federico Pablo Molteni Sofía Victoria Morales Guido Musante Nicolás Adrián Nieva Cecilia Irene Noboa Daiana Hebe Noboa Mauro Leonel Orrego Déborah Yael Ortiz Ana Laura Oviedo Walter Jorge Pata Dilva Lucía Paz Jorge Manuel Pereyra Silva Nelson Ignacio Pereyra Silva María Celeste Peón Lucía Propatto Lucas Gabriel Pérez María del Monserrat Pérez González Carolina Valeria Ragonese y Comán Griselda Noemí Ramirez Silvina Noemí Ranieri Cristina Alejandro Renna Emiliano Marcelo Righi Rodríguez Eduardo Hugo Rodríguez Hernán Leonel Rodríguez Fernanda Rojas Marianela Haydeé Rojas Luis Cristian Rojas Gerardo Humberto Rossi Cecilia Lorena Roumieux Julián Rozengardt Sergio Javier Ruiz Osvaldo Ruiz Kannemann Agustina Ruzyckyj Silvia Emilse Sanabria Rivadineira Rosa Beatriz Sandoval Luis Alberto Santana María Belén Santanocito Alicia Santanocito  Valeria Viviana Santillán Jacqueline Karina Santillán Leandro Schpak Sofía Adriana Segovia Ríos Nicolás Adrián Sillak Marina Alejandra Silva Mariana Sirota Walter Abel Maximiliano Soliz Pablo Mariano Soraire Romina Stempler Marcelo Alejandro Taborda Roberto Fabián Tolosa Pablo Leonardo Torba Jonathan Iván Torres Mario Abel Torres Mario Ramón Torres Alejandra María Trujillo María Sol Urcullú Mariano Leonel Valsangiácomo Verónica Laura Valsangiácomo Javier Andrés Vera Cristian Mariano Viegas Mendes Viviana Natalia Villalba María Lilia Vitale Facundo Sebastián Vázquez Bárbara Daniela Yanni  Darío Sebastián Yanni Walter Eduardo Zacarías  Pablo Adrián Zalazar Hugo Alejandro Zamudio Osvaldo Oldemar Zapata Gustavo Ariel Zerpa José Luis Zárate

 

A sus 25 años, Camila se dedica a la asesoría de imagen y estudia producción de moda. Dice, según le contaron, una herencia que recibió de su tía. “Coqueta, ordenaba toda la ropa por color”. En su habitación, una batería espera ser tocada. Durante algunos años tomó clases, y ahora practica siguiendo videos de YouTube. La música, omnipresente, sigue siendo el lenguaje que une los fragmentos de su vida.

A veces, se imagina cómo sería su papá ahora. “¿A quién habría votado?”, se pregunta con su mamá en conversaciones ocasionales. Pero prefiere no ahondar demasiado en esos pensamientos. “Son cosas que no me llevan a ningún lado", explica. La ausencia de respuestas es un eco de las preguntas que se hicieron tantos familiares tras la tragedia.

Pero a veces, el recuerdo más doloroso es también el más simple: todas las noches, antes de dormir, su papá le cantaba "Juguetes perdidos" de los Redonditos de Ricota. “El momento en que más sentí su ausencia fue cuando ya no estaba para cantarme esa canción”, cuenta, secándose una lágrima que cae sin aviso. Su mamá intentó reemplazar esa rutina, pero para Camila, no era lo mismo. “Todavía hoy esa canción me conecta con él. Es como si estuviera ahí, cantándola para mí”. Como si todavía jugara con aquellos juguetes que Papá Noel le trajo en la Navidad del 2004.

 

Cuando la noche es más oscura / Se viene el día en tu corazón.

Fuente: Clarin