Los estallidos fuertes afectan los mecanismos internos de protección acústica y pueden causar problemas graves. Cómo mantener seguros los oídos
Ya llegamos al 24 de diciembre, y más allá de saber que el uso de pirotecnia está regulado, todos los años se repite su uso. Y en cada fecha de Fiestas aparecen los accidentes y las alteraciones que ocasionan en los seres humanos, en los animales de compañía y también en la fauna silvestre.
Los distintos artefactos o bombas de estruendo, entre otros, pueden dañar las células nerviosas del oído interno y/o causar un daño irreversible en la audición.
Los ruidos provenientes de cualquier tipo de explosión son de tipo impulsivo, de muy corta duración (hasta una centésima de segundo) pero sumamente intensos, y pueden ocasionar lesiones de por vida.
El oído cuenta con un mecanismo de protección frente a los ruidos fuertes, y se activa aproximadamente después de diez centésimas de segundos, por lo que este intervalo resulta ineficaz frente al ruido de las explosiones. Este daño se conoce con el nombre de Trauma Acústico.
Y hablando en particular de la pirotecnia, la misma puede alcanzar hasta los 140–170 decibeles (dB).
Este Trauma Acústico puede producirse en cualquier persona, pero debemos decir que hay grupos vulnerables: son aquellas personas que tienen una audición muy sensible, cuyos efectos negativos suelen ser muy importantes.
Dentro de estos grupos debemos mencionar y no olvidar a las personas con trastornos del espectro autista, causándoles un gran malestar general, susto y miedo, y afectando toda la dinámica familiar.
Las personas con trastorno del espectro autista sufren profundamente los efectos del estruendo de la pirotecnia.
También las personas con enfermedades neurocognitivas (enfermedad de Alzheimer, por ejemplo). Además, se debe recordar que aquellas personas que usan audífonos pueden sentir el ruido magnificado, amplificándose por el aparato y dañando de manera grave los oídos.
Cuáles son las consecuencias del uso de pirotecnia:
.Pueden aparecer zumbidos en un oído o en los dos.
.Pérdida súbita de la audición.
.Perforación de la membrana timpánica.
.Sangrado del oído.
.Dolor o malestar.
.Alteraciones del equilibrio.
Por lo que la prevención es la mejor manera de limitar las consecuencias. En el caso particular de los fuegos artificiales, los olores que desprenden pueden impactar en la salud humana. Produciendo las siguientes consecuencias:
.Congestión, estornudos, picazón de ojos, de nariz.
.Puede agravar enfermedades como asma, bronquitis, EPOC .
.Pueden causar además quemaduras y daños oculares.
.Además, la composición que da los colores (plomo, bario, cobre) puede ser tóxica al inhalarse, ocasionando sed de aire y sensación de asfixia.
También, el perclorato que se usa en estos materiales puede contaminar aguas de piscinas, ríos, lagos, etc. Además, sus partículas finas y los propios gases, al caer al suelo, lo contaminan, pues liberan dióxido de carbono y óxidos de nitrógeno que caen al suelo y pueden ser ingeridos por la fauna y también por las aves.El ruido intenso y las luces brillantes producen desorientación y susto en los animales domésticos y salvajes; los caballos tienden a huir, y muchas veces pueden perderse y buscar refugios en lugares extraños dificultando su vida normal.
Por todo esto, es importante difundir las consecuencias que puede tener en la salud de los seres humanos y el daño que puede ocasionar en la fauna el uso de la pirotecnia y los fuegos artificiales.
*Dra. Stella Maris Cuevas: MN: 81701. Médica otorrinolaringóloga - Experta en olfato – Alergista. Expresidenta de la Asociación de Otorrinolaringología de la Ciudad de Buenos Aires (AOCBA).
Fuente: Infobae