Carlos Sainz ganó el GP de México de F1 de este domingo con puño de hierro, a lo grande. El piloto español puso el broche de oro a un fin de semana perfecto, sin errores y lleno de talento y convicción haciendo exactamente lo que debía hacer en el Autódromo Hermanos Rodríguez.
Carlos Sainz ganó el GP de México de F1 de este domingo con puño de hierro, a lo grande. El piloto español puso el broche de oro a un fin de semana perfecto, sin errores y lleno de talento y convicción haciendo exactamente lo que debía hacer en el Autódromo Hermanos Rodríguez, donde el día anterior ya había aplastado a sus rivales con una pole estratosférica.
Carlos logró su segundo triunfo del año (tras el de Australia a inicios de curso) y conquistó su 4ª victoria en la F1 con un Ferrari muy veloz que puede darle incluso más oportunidades de victoria a Carlos en las últimas 4 carreras que quedan para irse de Ferrari por todo lo alto.
Viendo carreras así de Sainz, con un coche que deja claro que en 2025 debe ser candidato a todo contra McLaren y Red Bull (ya que los monoplazas del año pasado serán evoluciones de los actuales), muchos en Italia debieron preguntarse si el conjunto italiano se está equivocando dejando escapar al español en lugar de un Hamilton que actualmente está lejos de su mejor versión.
Carlos Sainz dejará Ferrari al final de esta temporada debido al sorprendente fichaje de Lewis para 2025, algo que ni el propio español esperaba en enero. Dio igual todo el trabajo que había hecho el madrileño y los méritos mostrados. Se priorizó el palmarés de un 7 veces campeón del mundo, su nombre, su potencial de márketing, perfecto para multiplicar el valor de las acciones de la marca roja en el mundo y generar ilusión. Pero como quedó claro en Austin y en México, los pilotos no eran el problema. Lo era el coche. Sí, hubo roces entre Charles y Carlos en estos años, pero mayores pueden ser con Hamilton. La pareja actual funciona a las mil maravillas. Solo les falta un coche campeón del mundo.
Fuente: Mundo Deportivo