Nacional, Monday 30 de September de 2024

En dos décadas se triplicó la ingesta de este alimento. Hoy los argentinos comen casi un huevo por día y el país es el segundo en el mundo, después de México.

Crece la cantidad de clientes que compran directamente a los productores y reciben los maples a domicilio.

 

Hace unos años, considerar al huevo como un aliado imprescindible de las comidas diarias era una idea lejana. En la lista del super y en las heladeras este producto no representaba un porcentaje importante; tal vez, un estuche de docena o de media docena era suficiente para la semana. Hasta que los mitos cayeron: hoy la demanda es creciente y se ancla al consumo del maple, que incluso para muchas familias no alcanza para cubrir la semana.

El boom del huevo es la muestra de un cambio de comportamiento en el consumidor, que encontró una solución nutricional, versátil, accesible y, sobre todo, ideal para el bolsillo. El auge de tiendas especializadas, tanto físicas como digitales, es solo la punta del iceberg detrás de la tendencia.

“¿Cuánto cuesta el maple de huevo?”, es la pregunta más repetida a la hora de hacer las compras del mes, de la quincena, o de la semana. Y es que por sus cualidades el huevo se convirtió en un alimento principal, sustituto de otras comidas, condimento infaltable de ensaladas, y clave para dietas.

En la búsqueda de las mejores opciones de precios y tipos los consumidores recorren supermercados, verdulerías, carnicerías, granjas y tiendas dietéticas. Por la alta demanda, incluso, es fuerte (y cada vez mayor) la presencia de tiendas especializadas con varias sucursales que solo se dedican a la venta de esta proteína de origen animal.

En una visita de Clarín a algunos establecimientos de la Ciudad de Buenos Aires, los comerciantes se refirieron al comportamiento del consumidor en torno al huevo.

 “Desde marzo hemos pasado de hacer un pedido cada dos semanas, a tener que hacerlo cada semana o cada cuatro días. Siempre hay que tener porque la gente pide”, explicó un vendedor de una granja en Saavedra, en donde la góndola de huevos estaba casi vacía a las pocas horas de abrir. “Mucha gente que entrena viene a comprar huevos por la proteína”, añadió.

En una tienda de huevos de Belgrano la cajera dijo estar “verdaderamente sorprendida con el consumo de huevos en el barrio”, y afirmó que su mayor clientela son jóvenes que van al gimnasio. “Se consume muchísimo huevo. Hay quien se lleva un cajón de 12 maples y come 15 huevos por día. También familias que terminan tres maples en una semana”.

La mayoría apuntó a que el costo es un factor importante a la hora de que el cliente se incline por la compra del maple, o prefiera seguir de largo hasta otro local en donde encuentre un precio más económico.

Aunque puede presentarse alguna variación, por lo general en las tiendas especializadas el maple se puede encontrar por hasta $ 5.000. Una diferencia de entre un 40% y un 50% con supermercados y ferias de abastecimiento, en donde el maple ronda de los $ 7.000 a los $ 8.000. En otros puntos, como dietéticas, en donde la media docena se puede encontrar por $ 2.500, los comerciantes aclararon que el consumo “sigue la salud de la economía”.

En las últimas dos décadas casi se triplica el consumo de huevos. Javier Prida, Presidente Ejecutivo de la Cámara Argentina de Productores Avícolas (CAPIA), detalló al respecto en diálogo con Clarín: “Pasamos de 127 unidades de consumo por persona a 352 unidades por persona. El consumo interanual del primer semestre 2023 comparado al primer semestre 2024 reflejó un aumento del 5,4%. La sociedad entendió que el huevo pasó a ser un aliado para la cocina, para el bolsillo y para la nutrición”.

El camino de “desmitificar” al huevo —muy asociado al colesterol— no fue fácil, ni rápido. Prida, también Coordinador del Instituto Latinoamericano del Huevo, señaló que implicó un trabajo de concientización nutricional muy profundo.

“Sobre todo los jóvenes sub-40 tomaron mucha conciencia de lo bueno que es el huevo y de las nulas adversidades que tiene, salvo excepciones muy particulares. Es un producto nutritivo, versátil, fácil de cocinar, económico, accesible. Sin conservantes, ni aditivos, con todas las vitaminas menos la C. Y hay algo importante: el huevo no tiene desperdicio, a diferencia de otros alimentos. Es de los pocos aprovechables en casi un 97%. En estos años de bolsillos apretados lo vuelve más amigable todavía”, expresó.

Estudios de comportamiento empezaron a revelar información: para el año 2010, el consumidor contaba los huevos que comía en su casa —y que los metía en alguna ensalada, en algún omelette—, pero ¿qué mostraban las encuestas cualitativas y cuantitativas? Que había huevos que comían, pero que no contabilizaban.

Toda esa información se procesó, y les permitió tomar decisiones. Según Prida, la proteína avícola representa más del 50% de todas las proteínas que come el argentino: “Cuando sumás los 52 kilos de pollo con los 23 kilos de huevos te da 75 kilos de proteína”.

Argentina es el segundo país más consumidor de huevos del mundo, después de México. En promedio, según los trabajos de campo y encuestas de CAPIA, el huevo tiene el segundo lugar de prioridad en la canasta básica.

 “Hace 10 años atrás los artículos de huevos que más se consumían eran los de 6 o 12 unidades. A partir del 2014 pasó a consumirse el maple de 30. Generó que los chicos que viven solos, por ejemplo, que quieren hacerse algo rápido para comer y desentenderse, compren el maple de huevo. Eso te lleva a la conducta diaria de comer algo con huevo. Los envases siguen siendo los mismos que hace 20 años, el que cambió fue el consumidor”, añadió.

 

Los beneficios nutricionales del huevo

Esa es la visión que mantienen también especialistas de salud sobre el tema. Delfina Denegri, nutricionista, destacó que el consumo de huevo suele ser una pregunta muy habitual actualmente en la consulta.

 “El huevo está viviendo un resurgir en la actualidad, hay muchos mitos y miedos asociados a su consumo diario, debido a estudios viejos, que hoy en día se han desestimado por estar sesgados y no ser concluyentes. Después de años de demonización por el tema del colesterol, la ciencia ha demostrado sus beneficios y la gente lo está redescubriendo. Sin dudas, el factor económico es crucial”, sostuvo la profesional.

Remarcó que es correcto incorporarlo en la alimentación, y que las cantidades dependerán de los requerimientos de la persona, dentro de un plan de alimentación personalizado y equilibrado, teniendo en cuenta el resto de las proteínas que se consumen. Las condiciones principales a tener en cuenta a la hora de su consumo, según enfatizó Denegri, son la calidad del huevo y la forma de cocción.

 “Se incluye prácticamente en todo tipo de dietas: mediterráneas, DASH, paleo, keto, vegetarianas, etc. Es una fuente importante de proteínas de alto valor biológico, quiere decir que aporta todos los aminoácidos esenciales para la formación de estructuras de nuestro cuerpo. Además contiene vitaminas A, D, E y B12 y es rico en minerales como Hierro, Zinc y Selenio”, describió.

La nutricionista agregó que hoy en día “está estipulado que se puede consumir un huevo por día sin problema”, pero que hay quienes “pueden consumir mucho más de uno al día con la cantidad de deporte que hacen”, ya que dependiendo del requerimiento aumenta la cantidad de proteínas que necesita. “La mayoría me dice que compra el maple, que es mucho más rendidor por la cantidad de consumo que tiene”, sumó.

Respecto del futuro del consumo, Prida reveló que ya hay demanda de un producto de doble maple, de 60 huevos, y que algunos productores están trabajando en ese packaging: “En algunos lugares del país ya hay y se venden muy bien. El sector está haciendo un esfuerzo para amoldarse. Tenemos un producto que es el que menor huella de agua y de carbono produce de todos los de origen animal. El huevo de granja es el producto más amigable al medio ambiente”.

Aseguró que la cadena de comercialización cambió. Hoy en día el 70% del mercado mantiene los hábitos de venta, pero hay un 30% que “se salteó la línea, y va del productor al consumidor directamente”. Lo que generó que el productor alcance mejores precios de venta y que el cliente acceda a mejores precios de compra.

“La tendencia es que de acá a 10 años desaparezcan los intermediarios. Hay productores que están comercializando muy bien a través de plataformas digitales, y te llevan el huevo a tu casa. Hay tiendas especializadas para este consumo. El huevo ya no es un ingrediente más de una receta, es el plato principal”, concluyó.

Fuente: Clarin