Hace medio año se sabe que el viernes 22 de diciembre River disputará el Trofeo de Campeones. Un partido que ya de por sí entrega una estrella pero que con el paso de los meses fue tomando otro valor. Porque desde la vuelta olímpica en la Liga el equipo de Martín Demichelis fue tachando sus objetivos: primero la Copa Argentina, luego la Copa Libertadores y más recientemente la Copa de la Liga. Por la erosión en la imagen del deté que generó ese derrotero en la opinión pública riverplatense, por la que generó también internamente la filtración que provocó un temblor en el vestuario. Y, desde la noche del sábado, porque esta última final será contra un equipo contra el que el River de Micho nunca pudo: Rosario Central.
La victoria del Canalla contra Platense en la definición de la CdL destrabó el tercer partido en poco más de un mes entre el CARP y el conjunto de Russo y el cuarto de la temporada: será el equipo al que más habrá enfrentado Demichelis al cabo de su primer año como entrenador. Y es poco menos que una bestia negra: no sólo no pudo ganarle ninguno de los partidos sino que la mala racha con los rosarinos viene de arrastre de la última etapa del ciclo Gallardo. Con dos derrotas y tres empates en los últimos cinco partidos (2021 a 2023), ya es la peor racha de la historia de River ante Central por torneos de AFA con la del período 1997-1999.
Con tres armados de equipo muy distintos, el campeón de la LPF no pudo nunca terminar de encontrarle la vuelta al ganador de la Copa de la Liga: Central es un equipo duro, mañoso para no dejar jugar (bajo promedio de tiempo neto), con jugadores explosivos en ataque y tiene en el banco a un entrenador que es un viejo lobo y que sabe jugarle a River en los últimos tiempos.
La tristeza de River tras la eliminación de la Copa de la Liga. (Fotobaires)Russo tiene un saldo global negativo contra el CARP (seis triunfos, 23 empates y 14 derrotas en 43 enfrentamientos), pero en esta era lleva ocho enfrentamientos consecutivos sin derrotas, con siete pardas y una victoria que incluyeron tres eliminaciones por penales: dos cuando dirigía a Boca (en la Copa de la Liga 2021, contra un River diezmado por el Covid, y en la Copa Argentina ese mismo año) y una el pasado 9/12. Desde los 12 pasos fue siempre implacable: también lo dejó afuera en 2014 al primer equipo de Gallardo en la CA cuando comandaba a Rosario Central.
Por lo demás, será un partido especial por otros motivos. Y es que enfrentará otra vez en un mano a mano a un rival que viene en alza (y podría volver a hacerlo en la Supercopa Internacional en 2024) justo en un momento de cierta incertidumbre con distintos frentes abiertos. Por caso, seguramente será la última función para varios futbolistas de peso como De la Cruz y Rondón y muy posiblemente también para Enzo Pérez, sin contar a una larga lista que también podría salir para achicar a un plantel tan largo como desproporcionado que generó problemas futbolísticos y administrativos para el técnico. Sí, River se juega mucho este viernes. Y en un contexto que no pinta fácil...
Aunque tiene historial negativo, Russo viene dulce contra River. (MARCELO CARROLL)
